Fábulas para niños
jueves, 3 de julio de 2014
sábado, 22 de marzo de 2014
LAS DOS CEBRAS
Un día se acercó a la manada de cebras un macho solitario. Como hasta entonces los días habían sido muy monótonos y aburridos, todas estaban encantadas con el nuevo visitante.
La más bella enseguida quiso llamar su atención y él se sintió muy complacido, pues era realmente hemrosa y destacaba por ello entre las demás.
Pero un atardecer el forastero salió a pasear y vio a una cebra cerca del lago, contemlando la puesta de sol. Se dio cuenta de que no era especialmente hermosa, pero era muy simpática y agradable. Rieron y hablaron de muchas cosas y al anochecer el forastero le declaró su amor.
La cebra coqueta se sintió ofendida, pues el forastero había preferido la simpatía e inteligencia de su amiga a la gran belleza que ella tenía.
MORALEJA: El éxito no se obtiene por ser guapo. Hay valores más importantes.
domingo, 16 de marzo de 2014
EL PIANISTA
Canguro soñaba con convertirse en un gran pianista. Sin embargo, era ciego y todos se encogían de hombros resignados cuando le oían decir con gran ilusión:
- Con el tiempo podré tocar las obras más bonitas y complicadas.
Sus padres se gastaron todos sus ahorros en comprarle un piano de cola para que su hijo fuera feliz, pero pensaban que no conseguiría tocar bien el piano. Después de practicar mucho, Canguro sorprendió a todos en un recital que dio en su casa interpretando obras muy famosas y difíciles. Fue un éxito.
MORALEJA: Con voluntad y constancia se puede conseguir todo.
- Con el tiempo podré tocar las obras más bonitas y complicadas.
Sus padres se gastaron todos sus ahorros en comprarle un piano de cola para que su hijo fuera feliz, pero pensaban que no conseguiría tocar bien el piano. Después de practicar mucho, Canguro sorprendió a todos en un recital que dio en su casa interpretando obras muy famosas y difíciles. Fue un éxito.
lunes, 24 de febrero de 2014
EL PECECITO DE COLORES
Nadando, nadando, un pez de colores descubrió un pulpo que estaba aprisionado bajo una piedra. El pececillo se dispuso a acudir en su ayuda , pero la advertencia del pulpo le detuvo en seco:
- ¡ No re acerques a mí, pececito de colores ! ¡ Si tocas la arena que me rodea perderás tus bellos colores ! - le avisó con voz lastimera resignado a su suerte.
- Poco me importan estos colores que ahora tengo - contestó - . Tú necesitas ayuda.
Y así lo hizo. Tras un rato de trabajo logró liberar al pulpo. En su esfuerzo se había manchado de arena y sobre sus escamas quedaba un tinte marrón oscuro como recuerdo de sus hermosos colores.
El pececito fue admirado en todo el océano por su bondad. Aunque sus escamas ya no tenían la belleza de antes, todos sabían que tenía muy buen corazón.
MORALEJA: Aunque te venga mal, siempre debes ayudar a los demás.
jueves, 2 de enero de 2014
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