LAS DOS CEBRAS
Un día se acercó a la manada de cebras un macho solitario. Como hasta entonces los días habían sido muy monótonos y aburridos, todas estaban encantadas con el nuevo visitante.
La más bella enseguida quiso llamar su atención y él se sintió muy complacido, pues era realmente hemrosa y destacaba por ello entre las demás.
Pero un atardecer el forastero salió a pasear y vio a una cebra cerca del lago, contemlando la puesta de sol. Se dio cuenta de que no era especialmente hermosa, pero era muy simpática y agradable. Rieron y hablaron de muchas cosas y al anochecer el forastero le declaró su amor.
La cebra coqueta se sintió ofendida, pues el forastero había preferido la simpatía e inteligencia de su amiga a la gran belleza que ella tenía.
MORALEJA: El éxito no se obtiene por ser guapo. Hay valores más importantes.
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