EL GRAN CONJUNTO
Cuando el gran conjunto ensayaba, un estrépito infernal amenzaba echar abajo el barrio entero. Los cristales se rompían y en las casas cercanas no quedaba casi nada en pie del ruido que hacían.
Los vecinos se quejaron al alcalde, quien, comprensivo y sensato, comunicó al grupo que no podía seguir tocandoen pleno casco urbano.Pero les anunció que si aprobaban habilitaría un local fuera del pueblo para que tocaran allí.Aceptaron el trato. En los exámenes, todos sacaron sobresalientes y notables, y pudieron seguir tocando.
MORALEJA: La voluntad lo puedo todo.
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