lunes, 29 de abril de 2013

LA ZORRA Y LA CIGÜEÑA

Una zorra se hizo amiga de una cigüeña y decidió invitarla una tarde a comer a su casa. Era muy bromista y quiso tomar el pelo a la pobre cigüeña.

Preparó una exquisita sopa y la sirvió en dos platos llanos. La cigüeña, con su largo pico, no pudo sorber la sopa.

Tras una hora de esfuerzos, desistió y se tuvo que ir sin comer. Antes de marcharse invitó a la zorra a comer a su casa y está, por supuesto, aceptó.

La cigüeña sirvió un exquisito guiso en dos jarras de cuello largo y estrecho.Mientras ella introducía su pico sin dificultad hasta donde estaba la comida, la zorra trataba en vano de meter hocico en el jarro.Claro está que se quedó sin probar bocado y volvió a su casa tan hambrienta.

MORALEJA: Donde las dan, las toman.


viernes, 26 de abril de 2013

EL PEQUEÑO LLORÓN

El pequeño puma todo lo pedía llorando.Como es lógico, nadie le tomaba en serio y se burlaban de él, pues pensaban que era un quejica.

Tanto llorar por nada al final tuvo su castigo.Un día  se clavó un púa en la pata y se echó a llorar, está vez con razón, pues sentía un gran dolor, pero nadie le hizo caso. La herida se le infectó y tuvieron que cortarle la patita.

Así, el pequeño puma comprendió lo perjudiciales que erán sus falsas lágrimas y por qué las verdaderas no habían surtido efecto

MORALEJA: No engañes a los demás porque al final lo sufrirás.

jueves, 25 de abril de 2013

EL LEÓN Y LA ARDILLITA

Un león descansaba a la sombra de un árbol.De pronto, una ardillita muy inprudente pasó por junto al rey de la selva. Este sintió ganas de jugar con la ardillita y la persiguió; el pobre animalito pensó que quería comersela.

- Si me dejas ir, te ayudaré a luchar contra tus enemigos -  dijo la ardillita llena de miedo para intentar salir viva.

- ¡Ja, ja! ¿Ayudarme tú, insignificante bichejo? ¡Anda, vete no me inpacientes! - respondió despectivó el león.

Un día, el orgulloso león cayó en una trampa; intentó salir de la red, pero no lo consiguió.Entonces apareció la ardillita que, pacientemente, empezó a cortar la red con sus alfilados dientecillos. De está manera, el león se libró.Arrepentido dijo:

- Perdóname, ardillita.No volveré a reírme de ti.Me has dado una lección.

MORALEJA: No subestimes a las personas por su físico.