EL LEÓN Y LA ARDILLITA
Un león descansaba a la sombra de un árbol.De pronto, una ardillita muy inprudente pasó por junto al rey de la selva. Este sintió ganas de jugar con la ardillita y la persiguió; el pobre animalito pensó que quería comersela.
- Si me dejas ir, te ayudaré a luchar contra tus enemigos - dijo la ardillita llena de miedo para intentar salir viva.
- ¡Ja, ja! ¿Ayudarme tú, insignificante bichejo? ¡Anda, vete no me inpacientes! - respondió despectivó el león.
Un día, el orgulloso león cayó en una trampa; intentó salir de la red, pero no lo consiguió.Entonces apareció la ardillita que, pacientemente, empezó a cortar la red con sus alfilados dientecillos. De está manera, el león se libró.Arrepentido dijo:
- Perdóname, ardillita.No volveré a reírme de ti.Me has dado una lección.
MORALEJA: No subestimes a las personas por su físico.
Muy buena
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