viernes, 26 de abril de 2013

EL PEQUEÑO LLORÓN

El pequeño puma todo lo pedía llorando.Como es lógico, nadie le tomaba en serio y se burlaban de él, pues pensaban que era un quejica.

Tanto llorar por nada al final tuvo su castigo.Un día  se clavó un púa en la pata y se echó a llorar, está vez con razón, pues sentía un gran dolor, pero nadie le hizo caso. La herida se le infectó y tuvieron que cortarle la patita.

Así, el pequeño puma comprendió lo perjudiciales que erán sus falsas lágrimas y por qué las verdaderas no habían surtido efecto

MORALEJA: No engañes a los demás porque al final lo sufrirás.

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